Un masajista es un profesional especializado en el arte del masaje, formado en técnicas terapéuticas que le permiten manipular el cuerpo de manera segura y efectiva. Su trabajo consiste en aplicar distintas técnicas de presión y movimiento para aliviar tensiones, mejorar la circulación y promover la relajación. Un masajista profesional cuenta con conocimientos de anatomía y fisiología, lo que le permite adaptar el masaje a las necesidades específicas de cada cliente, ya sea para aliviar un dolor localizado, reducir el estrés o mejorar la movilidad. Más que un simple aplicador de técnicas, un buen masajista crea un ambiente de confianza y bienestar, ayudando a que el cliente se sienta relajado y en un entorno seguro.